Todos los días desde que llegó un ángel a mi hogar hace 13 años, le doy gracias a Dios por permitir compartir con ella día a día; se trata de mi hermana menor, quien trajo en sí, un pedacito de cielo y de la magneficiencia del señor. Ella es inocencia, paz y mucho amor, amor del puro. Mi hogar fue bendito desde que ella está con nosotros; su nombre es Rosita y tiene Síndrome de Down. Al principio de todo "mal" que pensamos que nos llega, nos cuestionamos el por qué a nosotros, que hice mal o por qué a mí, pero al pasar del tiempo me doy cuenta de que todo es al revés, qué hice bien, gracias Dios por la Bendición, y en el fondo nosotros creamos aquel "mal", temiendo a lo desconocido y no sabemos qué viene detrás. Envío mi mensaje para a todas aquellas familias las cuales reciben un pedacito de cielo como la mía Gócenlo, bésenlo, ámenlo, pero con mucho amor.
