3.7.06

Tuve algo de Juan Pablo Castel

Hace unas semanas tuve que leer el libro de Ernesto Sábato, "El Túnel", el cual me pareció a simple vista un poco azaroso , pero tenía que leerlo de todas maneras. Sin embargo, al internarme en la lectura del texto, me encontré con el personaje más relevante e interesante de muchos libros que he leído, su nombre Juan Pablo Castel. Este hombre, artista, filósofo y hasta, vale decir, un poco loco; me llamó tanto la atención que decidí a escribir por qué siento que de alguna u otra manera nos representa.
Ese hombre solitario, pensativo, agrio, "sin vida", sentía el rechazo diario que alguna vez como "humanos" sentimos hacia los otros. El desentendimiento de la vida y de las cosas netamente materiales, hacen que Castel represente una entidad que está más allá de las cosas superfluas. Este individuo por su condición de artista y "el mejor" (según otros), no logra hacer que los observadores de sus obras logren interpretar lo que él realmente quiere expresar; en más de una oportunidad nos ha pasado esto, expresar nuestras ideas pero al momento de ser recepcionadas no son decodificadas con la intención que realmente le dimos al emitirlas.
Otro aspecto que tomo característica importante es la obsesión de Castel y su vida laberíntica. Todo gira en torno a cuestionamientos espirales, esto es, una respuesta conlleva a la aparición de un abanico de preguntas y así sucesivamente. ¿Alguna vez hemos sido obsesivos?, yo sí. Es parte de nuestras inseguridades, hacer diversos alcances de detalles donde la solución está delante de nuestros ojos, pero no lo queremos ver. Castel representa para mí ciertas caracteríticas que todo humano alguna vez ha tenido, en potencia o a simple vista. Recomiendo leer este libro, es interesante y puede servir como guía.

14.1.06

LA MARAVILLA DE LA DIVERSIDAD


Hace un tiempo unos amigos me invitaron a bailar a una disco muy singular; un lugar donde el paradigma Adán /Eva, se anula por completo, un espacio donde la mayoría de las personas son quienes son, sin complejos, sin discriminaciones, despojadas de los ojos sociales que les discriminan por su condición de homosexuales. De acuerdo con esto, la decición la tomé después de muchos meses; el motivo... SOY HETERO, es decir, del bando contrario a ellos, me complicaría ver aquellas situaciones en las cuales estos seres humanos se expresen al máximo, sin morbo, pero es difícil romper con el esquema tradicional impuesto por una sociedad más llena de morbos, ocultos debajo de trajes y buenas palabras, pero que en lo más profundo de su ser están incrustados. Ayer fui, pero no planificado, sino que de una junta de amigos salió la idea y me decidí a ir.
Al entrar la local el ambiente estaba lleno de amor, nada más que eso, ni borrachos, ni malas miradas, ni gestos extraños, nada de nada. Cada persona estaba en lo suyo, disfrutando con, quien al parecer, durante toda la noche iría a ser su pareja de baile, conversación y hasta de un besito. Por otra parte, creí entrar con la mejor disposición del planeta, ser una mujer de mente abierta, con criterio formado, que al primer ósculo visto de una pareja gay, abrió tan grandes los ojos que mi amiga tuvo que darme un pellizcón y decirme que eso era vetado, que no tenía que mirar con morbo; eso hice. Al pasar de los minutos me iba encontrando con personas que jamás pensaría encontrarme alli, ellos me decían lo mismo. Pero... ¿Y tu pololo?, fue la pregunta más frecuente que me formulaban, yo por otra parte, les respondía que estaba en casa esperándome con la camita calentita, ellos se largaban a reír, menos mal que conocen como soy y me abrieron su intimidad contándome anécdotas por ellos vividas con lujos y detalles.
Con lo vivido ayer, puedo decir que son personas comunes y corrientes, que aman, viven, respetan, pero con un modo de vivir diferente al tradicional. Que son muy grandes personas, queribles, amables, bellos, que necesitan ser reconocidos y respetados como son...